martes, 17 de agosto de 2010

Sentada en una nube

Me siento como una brillante estrella que pasa sus días y noches sentada en una gran nube observando el mundo que la rodea, contemplando las maravillas de la vida y las creaciones de la sabia naturaleza. Divagando sobre el incierto futuro de su existencia, tratando de tomar las riendas de su camino sinuoso. Una estrella tan brillante que nada ni nadie podrá opacar, ni siquiera en la peor situación jamas pensada. Acreedora de un alma inmensa que con su brillo busca que las personas que se empapen con esa luz, sean muy felices y que, aunque sea por un segundo, olviden que vivir y amar implica sufrir y sacrificar. Pero, a pesar de la grandeza infinita del universo, tengo a mi alrededor otras estrellas resplandecientes que se juntan en mi camino justo cuando más las necesito y cuando menos las espero.

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